Esta
reclamación, hace años que existe. Ahora, en 2016, el ayuntamiento ha
decidido hacer una prueba piloto, para este verano, con dos locales que
pondrán sus terrazas en la playa. No se ha podido hacer antes porque es
el primer verano con el nuevo equipo de gobierno y aunque estaba
previsto para 2017. Dos locales lo habían solicitado verbalmente y uno presentó incluso un proyecto. El Ayuntamiento debía tener
el Plan de Usos de las playas presentado al Ministerio de Costas y que
se aprovechó para probar la iniciativa. De ahí la premura y la prueba
piloto 2016.
Aún así, ha habido críticas, alguna de ellas de CIU que, durante 4 años, no hicieron nada al respecto. Algo parecido a lo que ha sucedido con el proyecto de la nueva biblioteca, que no se hizo cuando tocaba.